Programa número siete, del martes 5 de mayo

Izquierda: los conocidos piratas Gonzalo Barbarruda y Javier Nostromo haciéndose los angelitos (¡gracias, Zigor!). A continuación Carmen, Potter y Valentín.


Cuando habla alguien con experiencia, con imágenes en su memoria, no hay mucho que preguntar. Habla, y se asemeja a una pantalla de cine, proyectando palabras que se convierten en fotogramas. Cuando alguien escribe como si viniera del lugar de su relato, como si conjugase periodismo y literatura, enriquece el medio en que se expresa. Así fue el programa de hoy. Hablaron quienes pueden, y quienes saben decir.






Izquierda, el Gure Arantza, pesquero en el que Valentín formó parte de la tripulación. A continuación, en el Elkeiz, con el cual pesca actualmente.

La experiencia habló en boca de Valentín Marcelino, presentado por su hijo Jesús, Potter para todos nosotros; antes, Carmen Pérez leyó un relato que ha escrito para Mar de Nadie. Trágico, cotidiano y real, muy real. Podéis leerlo a continuación. No tiene título, Carmen lo quiere así (ella lo llamó Pasajeros); pide que cada cual piense en el más adecuado y, con muy poquito esfuerzo, nos lo dejéis en forma de comentario (¡muchas gracias!).

Cada vez somos menos. Algunos se quedaron por el camino y los tiramos al mar como a un mísero fardo. Otros se lanzaron por si mismos, al ver desaparecer por la borda a sus seres queridos, o por simple desesperación.

Yo sólo quiero que todo acabe.

Mi cuerpo, no sé si yo, pero sí mi cuerpo, esta tirado en el suelo de la embarcación, meciéndose constantemente. El mar repite su movimiento, una y otra vez…una y otra vez. Cada hora, cada minuto, cada segundo. Una y otra vez, torturándome.

Hace días que ya no vomito. Hace días que no me duelen las arcadas de un estómago vacío. Ya no consigo llorar. Ya no me escuecen los ojos ni las quemaduras de la piel.

Sólo quiero que todo acabe. Veo luces.

Me pregunto ¿Por qué mi madre me permitió embarcar? Quedándose allí. ¿Por qué mi padre lo vendió todo para darme esta oportunidad? Eligiéndome entre mis hermanos ¿Qué esperan de mí? Ahora que no soy nada.

Si al menos tuviera fuerzas para tirarme por la borda.

¿Cuántos días hemos pasado bajo el calor del sol? Sin agua ni comida. ¿Cuántas noches nos quedan por pasar bajo la fría oscuridad? Sin abrigo ni esperanza. ¿Tiene límites este desierto de mar? ¿Dónde está ese mundo mejor que nos han prometido? ¿Existe?

Tengo frío, hambre, sed. Siento dolor, miedo, angustia. O quizás no siento nada, no lo sé. Estoy cansado.

Tal vez, si dejo de respirar, alguien me tire al mar.

Sólo quiero que todo acabe. Veo luces.

Alguien más ha visto las luces. Todos gritan.

Se ponen de pie. Todos gritan.

Se mueve la embarcación. ¡Gritan!

Vamos a volcar. ¡Gritan!

Mi cuerpo, no sé si yo, pero sí mi cuerpo, cae al agua. Me hundo, me dejo llevar. Quiero que todo acabe. No tengo frío, ni hambre, ni miedo. Me hundo.

Cuando parece que todo va a terminar, veo mi pueblo, a mis hermanos, a mis padres que confiaron en mí y me rebelo. Mi cuerpo no quiere luchar, pero yo sí, y lucho. Lucho y salgo a flote. Estoy en medio de la nada.

No tengo fuerzas para nadar. Oigo motores. ¡Gritan!

No tengo fuerzas para gritar. Veo luces. ¡Gritan!

Algo o alguien tira de mi cuerpo, y creo que también de mí, sí también de mí. Me llevan a tierra. A la tierra prometida, en la que voy a estar en igualdad de condiciones que el resto de los hombres, en la que voy a tener las mismas oportunidades. ¿O no?

Estoy vivo. Lloro.

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Por lo demás, las habituales secciones de noticias, meteo, vela, que precedieron a nuestros invitados Carmen y Valentín. Casi en el cierre, Gonzalo leyó la letra de la canción "Mojado" de Ricardo Arjona:

Empacó un par de camisas, un sombrero,
su vocación de aventurero,
6 consejos, 7 fotos, mil recuerdos.

Empacó sus ganas de quedarse,
su condición de transformarse
en el hombre que soñó y no ha logrado.

Dijo adiós con una mueca disfrazada de sonrisa.
Y le suplicó a su Dios crucificado en la repisa
el resguardo de los suyos.
Y perforó la frontera como pudo.

Si la luna suave se desliza
por cualquier cornisa sin permiso alguno.
Porque el mojado precisa
comprobar con visas que no es de Neptuno.

El mojado tiene ganas de secarse.
El mojado está mojado
por las lágrimas que bota la nostalgia.

El mojado, el indocumentado
carga el bulto que el legal
no cargaría ni obligado.

El suplicio de un papel
lo ha convertido en fugitivo.
Y no es de aquí porque su nombre no aparece en los archivos,
ni es de allá porque se fue.

Si la luna suave se desliza
por cualquier cornisa sin permiso alguno.
Porque el mojado precisa
comprobar con visas que no es de Neptuno.

Mojado,
Sabe a mentira tu verdad,
sabe a tristeza la ansiedad
de ver un freeway y soñar
con la vereda que conduce hasta tu casa.

Mojado,
Mojado de tanto llorar
sabiendo que en algún lugar
te espera un beso haciendo pausa
desde el día en que te marchaste.

Si la luna suave se desliza
por cualquier cornisa sin permiso alguno.
Porque el mojado precisa
comprobar con visas que no es de Neptuno.

Si la visa universal se extiende
el día en que nacemos
y caduca en la muerte.
Porque te persiguen mojado,
si el cónsul de los cielos
ya te dio permiso.

Además de esta canción, pudimos escuchar:

Erik Truffaz - Mare Mosso
BSO Piratas del Caribe - The Black Pearl
The Neville Brothers - Yellow Moon
Ojos de Brujo – Guarachas (a quien le pueda interesar, aquí canta Dani Mono Loco, el de Macaco)
Up Bustle & Out - Mariel Port, Spanish Harlem
Radio Futura - Sitting On The Dock Of The Bay

Escuchad el programa, o descargadlo, dejad comentarios, votad... La tripulación de Mar de Nadie en la radio crece, cada día es más numerosa. ¡Gracias!

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